¡Ya estoy aquí!
En estos quince días he aprovechado para tachar un buen trozo de mi lista de temas pendientes que ya empezaba a asustarme, y me he dado un paseo por bastantes sitios, como por ejemplo la campiña inglesa -aka
Downton Abbey- un estupendo drama de época que, por lo que he leído ha sido plato de degustación de muchos blogeros televisivos durante las navidades. No me extraña nada. Buen ritmo, estupendo cast, relaciones adictivas con un toque británico de telenovela y son solo 7 episodios en su primera temporada.
Como punto flojo, se le puede achacar que si te despistas, te pierdes en la línea temporal, puesto que la serie comienza en 1912 y acaba en 1914 sin avisos de letras por la pantalla (excepto por el primer episodio y último, si no recuerdo mal). Los indices de cambios temporales son pequeños matices como cambios en el protocolo de la vestimenta femenina, concursos de flores primaverales y aspectos por el estilo. De todas maneras, si alguien se pierde,
los resúmenes por episodio, en el listado de imdb, comienzan por el mes y al año que se desarrolla el capitulo.Siguiendo en serie, me he transportado a Boston con
Olivia Dunham y los
Bishop. Si,
Fringe me ha atrapado y me gustaría hablar detenidamente de ella cuando termine la primera temporada. Sé que se vienen malos tiempos para la serie por su traslado a los viernes y ojala supere las expectativas de la cadena. Ni siquiera me importaría que batieran a su rival directo, mi antaño querida
Supernatural. Los Winchester deben quedar en buen recuerdo.
Neo Verona fue mi siguiente destino, allí me esperaba
Romeo x Juliet, serie animada basada en el clásico de William Shakespeare. Lanzada allá por el 2007, la dejé inconclusa por temas que ni recuerdo y así la encontré en mi disco duro. Espero tener lista una reseña en lo que mi tiempo me deje.
Como me quede con mas ganas de líos ingleses, regresé de vuelta con
Gosford Park. Película de Robert Altman y del mismo guionista de
Dowton Abbey, Julian Fellowes. En está ocasión la trama transcurre en los años 30 y gira en torno un grupo de la alta sociedad que se reúnen para celebrar una cacería y durante la misma se produce un asesinato. Aunque la atmósfera a
Agata Christie está bien presente, la película es más un retrato entre la decadencia de la clase alta y los tejemanejes de los criados que un complejo
whodunit. Dejando atrás la pequeña y gran pantalla, al menos en el sentido mas estricto, pues voy a hablar de un videojuego:
Uncharted: El tesoro de Drake, que nos traslada a la trepidante búsqueda del tesoro de El Dorado. No suelo tocar la consola desde hace siglos, así que hace mucho que deje de estar en la onda del tema consolero, pero
Nathan Drake y cía me han atrapado completamente. Lo que se dice en estos casos es: ¡Juegazo!. Ahora comprendo porque lo quieren llevar al cine, ¡si ya el juego es una película! Eso sí, Mark Whalberg no por favor. Yo prefiero a Gerard Butler... ¡si son igualicos!
Pili y Mili Ahora mismo estoy perdida con la segunda parte.
Uncharted 2: El reino de los ladrones. Mejores gráficos, más espectacular y por ahora, la historia es igual de buena que la primera.
En cuanto a lugares de papel, no ha habido ninguno especifico. Los libros que he leído durante estos días han sido dos del antropólogo Marvin Harris,
Canibales y Reyes y V
acas, cerdos, guerras y brujas. A pesar de que ya ha pasado tiempo de su edición (1975 y 1985, respectivamente) siguen estando de total actualidad y así lo demuestra la reciente edición de Alianza Editorial. Si os preguntáis por que en la India no comen vacas, porque hubo pueblos que practicaban el canibalismo o porque hubo tanta saña e inquisición contra las brujas en el medievo, son vuestros libros.
En mundos mas caoticos me he encontrado al tratarse de manga, o mejor dicho, ese era el estado de mi carpeta de scans recién revivida y ordenada. Tomandome un tiempo para fijarla, brillarla y sacarla esplendor me reencontré con
Rinko Ueda, mangaka conocida por
Tsuki no Shippo, que se merece un post como dios manda.
Y después de esto, tuve tiempo para hacer escapadas por el mundo real. La exposición
Jardines Impresionistas en el Museo Thyssen y la Fundación Caja Madrid, donde tenéis ocasión de ver preciosidades como esta:
Lotus lilies de Charles Courtney CurranY mi último destino: el hospital donde me quitaron las muelas de juicio. (Si, asustaos que ya voy sin juicio por la vida). En realidad, yo quería hacer a lo Afrodita A y que salieran al grito ¡Muelas fuera! pero las muy cabronas no querían.
En fin, ya estamos en casa, con el tiempo pegado al culo, siempre, pero por aquí de vuelta esperando afrontar con buena cara el nuevo año. De momento tengo motivos para alegrarme:
Community está de vuelta este viernes. ¡Fuck yeah!